Durante cuatro días, el evento colombiano Festiver fue indignación, conciencia y acción. Con 66 producciones, foros y talleres cumplió con su propósito: promover el cine ambiental, para cuidar de forma sostenible nuestra Tierra.
Fuente tomada de www.france24.com
“El ser humano es la única especie que puede decidir su extinción”. La frase es impactante, pero si impacta es solo porque es real. Con ella, el Festival de Cine Verde de Barichara inauguró el 19 de septiembre su novena edición y bendijo su cometido: concienciarnos sobre el estado del medio ambiente y el cuidado de nuestros recursos naturales para lograr una defensa de nuestro planeta. ¿Cómo? A través de la gran pantalla.
Desde hace nueve años, el cine de este evento colombiano, llamado Festiver, tiene un propósito ambiental. No es el único en el país en exhibir películas con esta temática, pero es poderoso por su escenario: un pueblo hecho en piedra y tapia, con una identidad fuertemente ecológica, y un pasado indígena guané que lo lleva a amar a la naturaleza. Hasta este 22 de septiembre, en Barichara resonó ese pasado, con un grito de conciencia en cada una de sus 66 producciones, procedentes de más de 20 países.
Para que se hagan una idea, estar en una sesión de cine de Festiver sería como meterse en una lavadora. Al inicio uno ignora qué verá dentro, qué problemática medioambiental se tratará, hasta que empieza el centrifugado y se produce una sacudida de ignorancia e indignación. Solo con el lavado, la rabia de saber que existen ciertos daños en la Tierra se transforma en conciencia. Y si el mensaje llega a la emoción, puede que en el secado haya una voluntad de cambio, de acción.
“Los científicos dicen que esta es la edad de los humanos (…) al planeta no hay que salvarlo, sino al ser humano. Y los artistas inspiran, dan soluciones sobre deforestación, cambios en la forma de producción, protección de la biodiversidad… Parece una idea romántica, pero queremos cambiar el mundo, incentivar el cine que hable de alternativas medioambientales y convencer a la gente de que pensar en el medio ambiente no es detener el desarrollo”, expresaba en estos días Toto Vega, actor y co-fundador del evento, ideado junto a la actriz Nórida Rodríguez.
El sentimiento de ‘Sharkwater’, el sentimiento de Festiver
Si el cine es su vía para socorrer al planeta es porque entretiene, pero por encima de todo cuenta, educa, transmite conocimiento. Un ejemplo de ello es ‘Sharkwater Extinction’, el documental que inauguró el festival, totalmente libre y gratuito, y donde hasta perros y gatos fueron invitados.
El efecto-lavadora de ‘Sharkwater Extinction’ es que en él, su fallecido joven director Rob Stewart, nos revela datos como el total de tiburones que se matan cada año (unos 150 millones) o que en las últimas tres décadas su población ha decrecido en un 90%. Básicamente por su aleta, con la que se hace desde comida para animales hasta sopa y maquillaje. Pese a su toxicidad, nutre a una industria multimillonaria que se embolsa mínimo 200 dólares por medio kilo de aleta. El precio final que demuestra Stewart es el fin de unos depredadores que llegaron hace 450 millones de años y que hoy nosotros estamos extinguiendo.
‘Sharkwater’ es solo la punta de una crisis medioambiental global, marcada por el deshielo, la deforestación, la sequía y la pérdida de ecosistemas que hasta ahora solo se había mostrado en documentales. En los últimos diez años, eso ha cambiado incluyendo cortometrajes y hasta ficciones. Algunos de estos contenidos han llegado hasta Festiver con la colaboración del gran festival verde de Toronto, el Planet In Focus, demostrando una cosa: ese espíritu de ayuda entre “eventos verdes” es el mismo espíritu que requiere el planeta.
Un planeta al que le duele el Ganges, el segundo río más contaminado, la dolencia también le llegará hasta Perú, porque todo está conectado, provocando desde migraciones forzadas hasta la desaparición de corrientes. De eso trata ‘Ganges, un viaje por los sentidos del agua’, producción de Argentina e India, así como la peruana ‘El río de los Kukamas’, demostrando que los desafíos del pueblo kukama, dependiente espiritualmente del agua, son visibles a su vez en India.
Cine ambiental sí, pero también práctica de conciencia
Sin alfombra roja, pero con corazón verde, Festiver es en esencia un evento sin tema central, pero muy libre y portador de valores. De hecho un corto español, ‘Savis de l’horta’ (‘Sabios del huerto’) sintetiza el mensaje global del evento, no solo apuntando a la protección de la Tierra, sino a cómo vivimos en ella. ¿Quién no aprecia despertar con el sonido de las aves? ¿Quién no valora respirar el aire como debería ser y no como se siente en las grandes ciudades? ¿Verdad que existe una diferencia entre un tomate de invernadero alterado que uno del huerto corriente? Eso pone en la mesa Festiver…